miércoles, 29 de enero de 2014

LA MUJER CON EL ROSTRO Y EL CUERPO DE LA BARBIE.
Hola bienvenidos a mi blog, escribo una obsesión por ser una barbie humana.

Valeria Lukyanova

Con tan solo 21 años, la belleza de esta ucraniana le convirtió en toda una revolución en Twitter, Facebook y YouTube, al ser un auténtico clon de la familia Mattel.


Cuando una bebé llega a una familia, la mayoría de las madres comienzan a soñar con poder regalar una muñeca a sus hijas. El juguete preferido por las más pequeñas suele ser una Barbie y con la gran variedad existente en el mercado que hay, las madres eligen a la preferida para convertirse en el juguete destacado en la estantería. 

Estas muñecas llegan a ser una obsesión para muchas niñas que sueñan con llegar a ser una auténtica Barbie aunque el esfuerzo para conseguirlo llegue a llevar a cabo numerosas locuras. Este es el caso real de Valeria Lukyanova. Aunque el nombre no es muy conocido, las fotografías de esta joven colapsan Internet. 

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Con tan solo 21 años, la belleza ucraniana quiso pasar a la historia como la Barbie humana. Por ello, tras años y años de esfuerzo y reconstrucción del cuerpo, parece que el sueño de Lukyanova va a hacerse realidad. La joven cambió cada una de las partes que le otorgó la madre naturaleza a base de unas gotas de cirugía plástica, además de ayudarse de photoshop en las fotografías.



Un apodo que, a pesar de que considera “insultante”, le ha servido de medio para ganar nuevos seguidores. Asimismo, en todas sus entrevistas asegura que está encantada con parecer irreal, ya que eso significa que está consiguiendo su meta de parecer una muñeca. La ucraniana es toda una revolución en las redes sociales con su figura y los rasgos más superficiales.



 Cabe destacar que la joven ucraniana siempre ha renegado de la cirugía estética.

“Mirad, ni una cicatriz, tengo todas mis costillas”, comentaba. Aseguró que sólo sus pechos han pasado por el bisturí y que su imagen responde a mucho ejercicio y 30 minutos de cardio diario. “Quizá en algún momento me convertí en un vampiro emocional, porque recibía la reacción negativa del público y la sentía en mis carnes”, prosiguió. 



"Tenía 12 o 13 años cuando empecé a ver a espíritus de otras dimensiones, mi madre dibujaba círculos alrededor de mi cama para protegerme". Tras una visita al psicólogo, que resultó ser un experto en temática esotérica, comprendió su verdadero rol intraplanetario. "Durante mucho tiempo creí que era de Venus, no recuerdo que pasó antes, porque es muy difícil restaurar los recuerdos sobre encarnaciones pasadas en otras planetas"

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